Desde que llegamos a Valencia prácticamente todo el mundo que hemos ido conociendo nos ha dicho que este año veremos y disfrutaremos las fallas pero que vista una, vistas todas. Algunos incluso han ido más allá, y nos han asegurado que acabaremos aborreciéndolas. Y en lo que todos han coincidido es que al año que viene volveremos a nuestra tierra cuando aquí se celebre este espectáculo pirotécnico.
Tengo que confesar que yo no soy muy amante de los petardos y los fuegos artificiales me gustan pero desde lejos. A poder ser, desde la ventana de mi casa. Sí, lo reconozco, soy un poco miedica. Pero es que hay cosas que te marcan. Una vez a mi tía la calló un trozo de fuego artificial o petardo (no recuerdo muy bien) y la quemó un brazo. Nada grave, pero el susto y la herida se los llevó.
Sin embargo y a pesar de mis reticencias hacia estos artilugios cargados por el diablo, soy nueva ciudadana de Valencia y como tal voy a intentar impregnarme de su cultura y disfrutar de sus fiestas. Y en ello estoy. De primeras, el pasado domingo se celebró la crida que viene a ser como el chupinazo de los San Fermines, el pregón, la inauguración de las fiestas, la llamada a los valencianos y valencianas a que disfruten de Las Fallas.
Torres de Serrano durante la Crida 2013 |
Y allí que nos plantamos, en las Torres de Serrano, mi lugar favorito de Valencia, para ver el espectáculo de color que tenían montado. Mucha música, muchísima gente y mucho frío. Todo junto. Tras esperar un rato y con música de fondo que amenizaba a las peñas, comenzó el acto. El fuego fue el protagonista, en las torres un grupo de personas alzaban antorchas y en el suelo, varios personajes engullían y soplaban fuego por la boca.
Después hicieron acto de presencia la alcaldesa, Rita Barberá, y las falleras, acompañadas de multitud de gente. Tras los discursos de la alcaldesa y la fallera mayor, quedaron inauguradas Las Fallas 2013.
Por último, los fuegos artificiales. Nunca había visto unos tan bonitos y desde tan cerca. Millones de fuegos de colores sobre nuestras cabezas, iluminando la ciudad y dejando sordo a más de uno. La traca final me dio una pista de lo que serán estos 20 días que quedan por delante. Y creo que me estoy mareando un poco.
El próximo viernes 1 de marzo empiezan los actos oficiales de las fiestas y durarán hasta el 19 de marzo, día en el que se realiza la cremà, o lo que es lo mismo, la quema de las fallas y sus ninots. Es algo que aún no comprendo, estar todo un año haciendo auténticas obras de arte para que llegue el día señalado y lo quemen. Tanto esfuerzo para nada...
Supongo que eso solo lo entenderán ellos, dentro de la idiosincrasia de su cultura y sus tradiciones. Sin embargo, intentaremos hacernos una idea de cómo viven estas fiestas y participar de ellas. Y a poder ser, no solo desde la ventana de casa.